sábado, 15 de diciembre de 2012

LAS PALABRAS a veces, AHOGAN





Nada puede hacerte ser tan débil como una palabra, esa que se clava y no consigue derramar ni una gota de sangre, todo se para, hasta lo inevitable, lo que siempre fue así y que no dependía de ti para avanzar en el tiempo, se congela: la respiración, el aire, el instante…


Ahora me dirás que las palabras se las lleva el viento, pero es que estas permanecen a la espera de que las desquebrajes con tu mirada, que te retractes de tu perjurio, que vuelvas a sentir la necesidad de abrazarme para que todo ello no cobre sentido en mi memoria y vaya haciendo mella en mis recuerdos; recuerdos que permanecen en “standby”, que no se fijan como antes, que están a expensas de tus sinsentidos y esperando a que pulse la tecla “delete” a la que me tienes acostumbrada.

No puedo perderme en nuestros recuerdos, no debo sonreír siempre que lo hago porque entonces no estaría viviendo una realidad sino que esta, es un cúmulo de casualidades no solo buenas sino también desapacibles…  “Eso es el amor” me tienen dicho, no les creo…prefiero sentirlo yo misma, con su carácter bipolar, con sus sonrisas y lágrimas, con su ying yang pero pensando que de todo ello se puede aprender, incluso de los grandes errores.

Ya vuelvo a sentir el aire … gracias por tu abrazo

2 comentarios:

  1. Es así, de todo se aprende, y de los errores se aprende más que de los aciertos. ;-)

    atlantis2050.blogspot.com

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    1. Siempre podremos decir que sufrimos pro que gracias a ello podemos crecer como personas, gracias!

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